Con la llegada de las telecomunicaciones a la vida cotidiana de los seres humanos, la labor de recopilación de información tanto dentro del fenómeno OVNI como para cualquier otro tema de investigación, se volvió más sencilla y evolucionó a una etapa de nueva búsqueda de las verdades que generalmente nos eran quitadas a los simples mortales, precisamente por la imposibilidad de accesar a la información necesaria para entender lo que ocurría. Siempre se ha manejado el concepto "conocer es tener poder", y antes del siglo XX, solo unos pocos elegidos tenían capacidad e influencias para accesar a bases de información y obtener los conocimientos que les permitía tener poder sobre aquellos que no tenían forma de adquirir dicha información, pues se requería una altísima inversión económica para desplazarse a las universidades y las principales bibliotecas y poder entrevistarse o recibir clases con los mayores eruditos del mundo. Por otro lado, las publicaciones y demás formas de difusión de la información, que sólo se hacían en papel impreso inicalmente y posteriormente se desarrollaron en radio y televisión, representaban (y representan) inversiones millonarias que sólo unos pocos podían (y pueden) costear, y que por ser quienes tenían (y tienen) el dinero, podían tener la libertad de manipular a su preferencia y conveniencia el conocimiento que obtenían de quienes generaban la información, y que en buena teoría, le debería llegar al pueblo, y no habría nada ni nadie que los detuviese en ese primer esbozo de "egoísmo informativo" o "información manipulada a conveniencia".
Paralelo a este auge del feudalismo comunicativo, surgen serían las caras de los medios: los periodistas, políticos y demás figuras públicas que servirán como herramienta de difusión de quienes poseen el dinero para transmitir la información, que como sabemos, generalmente era y es, evaluada y censurada según sus conveniencias. Es decir, vemos un panorama donde los elegidos son aquellos que generan la información, otros que la censuran y unos terceros quienes la difunden ya filtrada, y el pueblo hasta hace pocas décadas, tenía que conformarse con reconocer como una verdad absoluta lo que se les decía por estos medios, pues no había forma de tener conocimiento o de generarlo, con recursos de bajo costo, esa cadena de filtraje informativo y la impotencia intelectual de la gente común, desarrolla lo que conocemos como "historia oficial". Pero a partir de la segunda mitad del siglo XX, las cosas comenzaron a cambiar, cuando los costos de la obtención de información se vuleven más bajos, cuando los pueblos entran en un sistema de alfabetización masiva, y la educación superior se vuelve accesible a casi todos por igual, hasta llegar a nuestros días donde el esquema de la información manipulada a conveniencia se empieza a romper, gracias a la fibra óptica que nos da la información en alta velocidad y en muchos lugares, a bajo costo.
La Revolución Tecnoinformativa
En nuestros días, entrado ya el siglo XXI, el acceso a medios de información de alta velocidad y la baja en los costos de tecnología como computadoras personales, Palms y Blackberrys, así como la evolución tecnológica de los teléfonos celulares, permiten que cualquier persona con un presupuesto razonable y un nivel básico de conocimiento (entendimiento del teclado del dispositivo y debida alfabetización) tenga la posibilidad de recuperar y manipular información de diferentes medios a un bajo costo, y con un mínimo de capacitación, teniendo la posibilidad de recuperar la inversión inicial hecha, con poco esfuerzo, con ello, despierta también la ola de "comunicadores urbanos" o "comunicadores informales", de cuya masa en ascendencia, yo mismo soy parte, pues este sitio web es una muestra de ello, es decir, ¿de que otra forma un investigador sobre OVNIs o cualquier otro tema, puede tener acceso a una publicación propia sin depender de imprentas, registros, patentes, investigaciones de mercado y demás? Sumemos a ello un valor agregado: esta publicación puede ser accesada de forma gratuita desde cualquier parte del planeta, siempre y cuando haya internet, lo que representa casi el 80% del territorio mundial poblado, y con ayuda de las nuevas tecnologías software, incluso la barrera del idioma, tan antigua como La Torre de Babel, es facilmente derribada con los traductores "online" que pueden instalarse en la respectiva web dando la posibilidad de ver la información de la página en tres, cinco, siete idiomas, o los que se quieran, con lo que la publicación abrazar al mundo y permitir que el mundo la abrace a ella. Si no tuviésemos esta ventaja informática, el costo de una publicación de estas características, sería tan exorbitante, que se saldría del rango de inversión que la media de los investigadores y sus micenas (los que tengan la dicha de tener uno) manejan.
Pero entonces ¿eso significa que las revistas impresas convencionales, y los programas de televisión están sentensiados a muerte? no lo creo, y en verdad espero que no sea así, pues soy del criterio de que entre más ventanas abiertas haya, más luz entrará en la casa, es decir, las publicaciones y la difusión convencional de las investigaciones, pueden convivir en armonía con las publicaciones digitales, así como está empezando a darse recientemente, donde incluso las revistas impresas más prestigiosas sacan versiones digitales de sus números; es más, los mismos productores de radio y televisión ven con buenos ojos el tener video cast y podcast en línea para abarcar un mayor rango de difusión, así que no hablamos de una muerte y mutación de los medios de información, sino de toda una revolución tecnoinformativa, que bien empleada servirá para nuestros fines, de difundir y tratar de encontrar las verdades de hoy; pero si se llega a emplear mal, puede volverse un abismo de información sucia, mal manejada y poco util. Algunos comunicadores e investigadores piensan que la gran trampa de la tecnoinformación y de internet propiamente, es justamente su amplísima democracia, pues es un sitio donde cada quien puede dejar lo que quiera y obtener lo que quiera, sin tener un criterio serio, científico o investigativo sobre la autenticidad o la validéz de esa información que se deja o se toma; personalmente pienso que es un mal necesario, y representa el precio a pagar a cambio de tener la posibilidad de obtener también información válida y seria a un bajo costo. Desde mi óptica personal, es el buscador de información, el investigador, quien debe ser capaz de discriminar la información según su necesidad y conveniencia, es él o ella quien tiene la responsabilidad de censurar o validar a su ver la información que encuentra en la red, lo que deja en claro que ya no estaría sujeto a la censura de un alto mando feudal.
Egoísmo Informativo e Investigativo
Ahora bien, esta nueva era tecnoinformativa, permite a los investigadores, que las presuntas evidencias fotográficas y en video así como los testimonios y sus respectivos análisis, puedan ser obtenidos por cualquier persona en cualquier parte del mundo, minutos después de que haya ocurrido el hecho o el evento a investigar. Pero con esta ventaja enorme, aparece algo que se vuelve un mal dentro de la misma ufología u ovniología, la proliferación de "coleccionistas" de material, que sin ningún criterio investigativo, llenan sus archivos, carpetas y discos duros de fotografias, videos y cuanta información aparece sobre el tema OVNI, pero a la cual no le dan un seguimiento y no permiten tampoco que los investigadores les ayuden a darselo, tal vez por temor a que el investigador tome créditos que no le corresponden (en algunos lugares esto es pan de cada día) o bien, porque su interés como buen "coleccionista" es poder jactarse de decir "yo tengo X ó Y material" y hacer un uso meramente contemplativo del mismo, a esto se le podría llamar "egoísmo informativo".
Por otro lado, dentro de los investigadores propiamente dichos, se dá poco a poco un vicio similar, el de llevar investigaciones privadas, personales, sobre casos que podrían ser de gran interés para la comunidad ufológica y para el público en general, pero que no la comparten con nadie, hasta que un medio de comunicación les toca la puerta, pues tal vez, y solo tal vez, lo que estos investigadores buscan es generar sus 15 minutos de fama, por un momento ser los dueños unicos de una información que nadie tiene y verse a sí mismos como los máximos expertos en el tema que hayan investigado, presentándose en los medios como el "non plus ultra" del tema. Estos investigadores, se guardan sus conocimientos y su labor de investigación, para sí mismos y no permiten ninguna retroalimentación, tampoco permiten que el tema se vea enrriquecido con sus datos recopilados y solamente ayudan a que el tema OVNI se vuelva objeto de conjeturas sin sentido, y sea el blanco de los que no desean que la mayor cantidad de gente tenga interés por descubrir algo similar a la verdad. A este fenómeno podemos decirle "egoísmo investigativo" y a la vez "egocentrismo investigativo". Cabe decir que nadie está libre de caer en ello, pues todos los seres humanos vivimos pendientes de nuestro ego, y en muchos casos el ego es lo único que nos importa.
En mi opinión personal, este "egoísmo" investigativo e informativo, es lo que impide que la ufología sea vista con seriedad, pues desde mi punto de vista, esta rama investigativa debe ser abordada como una integralidad, es decir, su estudio depende del conocimiento que muchas personas podamos aportar desde distintas vertientes profesionales, como por ejemplo: astronomía, física, medicina, quimica, matemática, psicología, sociología, antropología, ingeniería, e incluso profesionales en diseño, música y arte podemos brindar mucho en la investigación seria sobre el fenómeno OVNI, pero al no estar integrados, al dejarnos llevar por nuestro egocentrismo y egoísmo investigativo e informativo, lo que obtenemos es solamente pequeños puñados de información, que en ocaciones, puede ser intrascendente, pero otras veces podría permitir aclarar un poco más el sucio cristal desde el cual el mundo ve al tema OVNI, como lo planteo en el título de este escueto artículo, "conocimiento es poder" y es ahí donde se da el génesis de los vicios ya mencionados, presentes en los investigadores del fenómeno OVNI así como en cualquier otra rama, pues si poseemos información que nadie más tiene, tendremos poder sobre la opinión pública y atención de la misma, pero al pasar los 15 minutos de fama, todo habrá sido un instante fugaz, por falta de integración con otros que puedan seguir renovando y actualizando la información desde sus diferentes perspectivas, creo de corazón que si venciéramols nuestro ego y aprendiéramos a trabajar en unión y respeto, le daríamos ese mismo respeto y dignidad a la ufología misma.
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