Mi relación con el fenómeno OVNI, también se remonta a mi infancia. Tenía yo 6 años de edad, cuando una noche de junio, a eso de las 4 am, mi hermana nos despertó a todos, ella tenía 1 año de edad y por alguna razón empezó a llorar más de lo normal. Mientras mis padres se ocupaban de calmarla, yo me dirijí a la ventana de la habitación de ellos, misma que aun tiene una linda vista hacia las montañas de Cartago, en Costa Rica; el por qué me vi motivado a ver por la ventana aun no lo sé... pero lo que vi nunca lo voy a olvidar: Justo al lado del Cerro de La Carpintera, vi lo que parecía una enorme estrella, tan grande que iluminaba la montaña, era la imagen típica que se usa en diciembre para reprentar la Estrella de la Natividad. Con mi inoscencia de niño de 6 años, vi de forma muy natural aquel acontecimiento, no sentí miedo, mas bien fascinación, nunca había visto una “estrella” asi de grande (y hasta ahora no la he vuelto a ver). El evento duró cerca de 10 minutos, y terminó cuando esta estrella de pronto se redujo de tamaño al punto de desaparecer en el cielo de la madrugada, dejando todo a oscuras. Poco después dieron en algún canal de televisión local un documental sobre el tema OVNI, y pasaron una imagen simulada, de acuerdo a un testigo de un avistamiento... La imagen era muy parecida a la estrella que yo había visto... entonces supe lo que era aquella hermosa estrella que presencié.
Mi interés por el fenómeno OVNI floreció y se volvió parte de mi vida, en mi infancia, mi adolescencia y ahora en mi vida de adulto. Recuerdo que mi primera charla sobre el tema OVNI la dí cuando estaba en 5to grado de primaria, ante mis profesores, quienes les interesaba el tema, pero en ese tiempo, no había tanta información como en nuestros días, así que yo me ofrecí a relatarles sobre lo que había leido y visto en los pocos recortes de periódicos que logré encontrar, así como en aquel documental que viera hacía años atras.
Pasaron los años y cuando estaba en la secundaria, un diciembre de 1996, en la noche, viví el avistamiento más directo que he tenido, fui a acompañar a mi familia a un
concierto de música clásica al aire libre en el Parque Metropolitano de La Sabana, en plena capital costarricense, mientras escuchábamos la música, de pronto noté que tres luces rojas aparecieron en el cielo, el cual estaba totalmente despejado, y lentamente ascendían, no me cabía duda que aquello no eran aviones ni helicópteros. Pronto me dí cuenta que no eran tres objetos luminosos, ya que al ascender, las luces se colocaron justo en frente de la luna llena, y pude ver que era una enorme nave de forma triangular, un triángulo equilatero perfecto, con una luz en cada punta, esta nave pasó sobre las cabezas de todos los que estábamos ahí, pero pareciera que solo pocos lo vimos, al día siguiente, el evento habría pasado totalmente desapercibido, salvo por una pequeñísima nota en un diario amarillista capitalino, que narraba el testimonio de un anciano que vió lo mismo que yo la noche anterior. Esto revivió mi pasión por el fenómeno, y junto a una docena de avistamientos más, son la inspiración para seguir investigando sobre el tema, hasta el día de hoy.
Imágenes tomadas de www.planetaoculto.com y www.ufos.homestead.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario